En un tazón grande, mezcla la harina con la levadura en polvo.
En otro recipiente, bate los huevos con el azúcar hasta obtener una mezcla espumosa.
Agrega la ralladura de limón y la mantequilla derretida a la mezcla de huevos y azúcar. Mezcla bien.
Incorpora poco a poco la mezcla de harina y levadura a la mezcla de huevos y azúcar, mezclando hasta obtener una masa suave y homogénea. Deja reposar la masa durante unos 30 minutos.
Calienta suficiente aceite en una sartén profunda o en una olla para freír a fuego medio.
Con las manos ligeramente mojadas en agua, forma bolitas pequeñas (del tamaño de una nuez) con la masa y colócalas en un plato.
Cuando el aceite esté caliente, fríe las bolitas de masa en lotes, volteándolas ocasionalmente, hasta que estén doradas y crujientes. Esto tomará aproximadamente 3-4 minutos.
Usa una espumadera para sacar las Castagnole del aceite y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Una vez que las bolitas estén ligeramente enfriadas, espolvorea generosamente con azúcar glas.